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Las cosas que no nos dijimos, de Marc Levy


A falta de cuatro días para su boda, y con ayuda de su mejor amigo Stanly, Julia, la protagonista de nuestra historia de hoy, se dedica a ultimar los detalles para la ceremonia. Un evento que decide posponer momentos después de recibir la llamada del secretario personal de su padre, informando de que éste no podrá acudir a ver cómo su hija desfila hacia el altar. Esto en principio no sorprende a Julia, dado que hacía años que había cortado la comunicación con el gran hombre de negocios Anthony Walsh, pero que en esta ocasión le ofrece una gran excusa a su ausencia: su padre acaba de fallecer.

En Las cosas que no nos dijimos, el autor nos intenta acercar al mundo de las segundas oportunidades, ofreciendo a Julia la posibilidad de poder pasar seis días con el androide creado a imagen y semejanza de Anthony Walsh, y que él mismo encargó para poder así despedirse de su hija, y a la vez, recuperar en una semana, todo el tiempo perdido en los últimos años.

Aunque en un principio parece que la historia va a centrarse en el viaje de una mujer adulta -independiente, con carácter y un enorme rechazo a su padre y a su estilo de vida-, acompañada del androide que desde el primer momento se niega a reconocer como real, o incluso moralmente respetable, lo cierto es que sus páginas acaban más centrándose en los viejos recuerdos de la protagonista en sus años de universidad y en cómo, poco a poco, y gracias a sus experiencias personales, ha conseguido convertirse en la mujer de éxito que es hoy. Además de presentarte en profundidad a cada uno de los protagonistas de su vida.

Una trama llena de momentos inverosímiles que, aunque lenta en principio, acabará por enganchar al lector gracias a sus fluidos diálogos, su manera de indagar en la inteligencia emocional, sus intrigas, su nota de humor en cada uno de los capítulos, y sus ganas de hacernos creer en que no deberíamos perder nunca la esperanza.

De la mano de Anthony y Julia descubrirás la importancia de las relaciones personales, de cómo nos convierten en quiénes somos, de cómo nuestro pasado es algo que siempre estará ahí y de cómo debes superarlo, aprender de él, o dejarte llevar por los mejores momentos de un ayer que parecía olvidado y encerrado en una caja de zapatos en el fondo del armario. De cómo a veces el revivir, es la mejor forma de llevar la vida.

Una historia que proclama la virtud de las segundas oportunidades y nos invita a ver cómo las cosas no son siempre lo que parecen. A veces nuestros recuerdos se encuentran borrosos y donde creemos saber, se esconden nubes de dudas y realidades que desconocemos. Y qué mejor modo de conocer una verdad que creíamos inexistente que tratando todas las cosas que no nos dijimos.

Porque, ¿qué harías tú si tuvieras una segunda oportunidad?


     MEL A. EZQUERRA
                                                               

La fiesta de la insignificancia, de Milan Kundera


La fiesta de la insignificancia es la novela con la que el autor checo Milan Kundera rompe un silencio de 14 años. Tras esta dilatada ausencia, retoma su habitual análisis sobre el mundo y la condición humana y nos sorprende con menor pesimismo del acostumbrado relacionando el humor, sarcástico, con la insignificancia.

Si vale la simplificación, la novela se compone de un conglomerado de temas recurrentes en la trayectoria del autor, como son la maternidad, el poder, la infancia, la sexualidad, el perdón, la amistad y la existencia. Resulta imposible huir de evocaciones a sus obras anteriores, ya que La fiesta de la insignificancia es, en síntesis, Kundera concentrado en poco más de cien páginas. 

A quienes ya conozcan a Kundera no les sorprenderá la dificultad que supone resumir sus obras. Esta fiesta se inicia con la contemplación de un ombligo con tintes eróticos, y acaba con un señor mutilando a tiros las estatuas de las reinas de Francia en los Jardines de Luxemburgo. Entre tanto la trama no existe más allá de las andaduras de Alain, Ramón, Charles y Calibán, cuatro amigos que viven en París, a través de cuyas historias, como un rompecabezas, se alternan evocaciones al totalitarismo, exposiciones de Chagall, idiomas inventados, anécdotas sobre Stalin, encuentros casuales y mentiras, un niño que ve a su madre por última vez y los problemas de próstata de un presidente del soviet. 

Tras el carácter hiperbólico de su título, la novela ensalza como si nada la trascendencia de lo cotidiano, la ligereza y el absurdo. Con naturalidad de sobremesa transita entre anécdotas triviales y temáticas más hondas, mostrándonos con ironía taciturna lo pequeño antes que lo grande en un juego de espejos en el que la inconsistencia define todo cuanto pasa. 

No hay grandes celebraciones tras la ausencia por casi tres lustros de un autor que reina en el olimpo de las letras. Con 85 años, Kundera regresa al escenario con una obra corta, fácil de leer y difícil de digerir; una tragicomedia filosófica y cotidiana compuesta como un puzle en siete actos que gusta y desconcierta, y con la que regresa a sus comienzos literarios cerrando el ciclo iniciado en 1967 con La broma, y en lo que podría ser una declaración de última voluntad, satiriza con el lector y le invita a reflexionar sobre la insignificancia de la vida.

Publicado por Andrea Navazo   

Nobles y rebeldes, de Jessica Mitford


Si Nancy Mitford fue uno de los mejores regalos literarios con los que he tenido la suerte de encontrarme en los últimos tiempos, su hermana Jessica supone la vuelta de tuerca a ese dulce encanto irónico, que es capaz de despachar con la misma soltura tanto a su propia historia familiar, como a la Europa de entreguerras.

En Nobles y rebeldes, Jessica Mitford –Decca, como era conocida en su entorno más cercano– cuenta en primera persona una parte muy importante de su vida, aquella que pasó con Esmond Romilly, su primo y combatiente de izquierdas, de quien se enamora y junto a quien planta cara a su familia, a su modo de vida y a la amenaza fascista que empieza a asolar el continente europeo. Para ello, empieza el relato ya en su infancia, donde describe la relación con sus hermanos y cómo, desde ésta, se enfrentaban al modo de entender la vida de los padres, arraigados al conservadurismo y la excentricidad propia de la nobleza inglesa, siendo capaces de sortear esta impostura con el ingenio propio de la familia.

La inteligencia de Decca le permite, desde sus primeros años, valorar la grandeza del mundo en el que vive y la de todos aquellos que la rodean, pese a la diferencia de caracteres y opiniones –especialmente en política–. Es esta cualidad, la de la estimación sin prejuicios, basada únicamente en el sentido de la justicia y veteado siempre de humor, la que hace del relato de la vida de Jessica Mitford un auténtico placer. En su obra, la ironía nunca alcanza el grado corrosivo y aparece como una generosa lucidez, cargada de surrealismo –como ya se adivina en todos sus juegos de infancia– intentando, de esta sabia manera, ser capaz de conciliar cualquier enfrentamiento, ya sea político o familiar. Así se vertebran los momentos más decisivos de su vida, tanto su plan para escapar de casa, como su boda con Esmond, o su emigración a Estados Unidos, huyendo de la amenaza de la Segunda Guerra Mundial.

Y es que su historia con Esmond está unida indisolublemente al camino que Europa estaba tomando, y desde ese amor a la justicia y a los valores puros, se entiende la consecuencia de esa relación tan especial; como la incondicionalidad de aquellos que se saben empujados a la vida desde el ángulo perfecto para contemplarla y saberla resolver.

Nobles y rebeldes es un alegato, ante todo, al humor y a la lealtad, entendidos desde el ingenio, ése que es capaz de hacer amable la peor de las fauces. Ése que, en Decca, encuentra el lugar perfecto para germinar y contagiar de su espíritu curioso y luchador a cualquier lector que se asome a sus páginas.


     CHARO BEJARANO
                                                               

Za Za, emperador de Ibiza, de Ray Loriga


Ray Loriga es conocido como escritor, aunque también en el mundo del cine como director y guionista. Ha dirigido las películas La pistola de mi hermano y Teresa, cuerpo de Cristo; y ha escrito novelas como Héroes, Tokio ya no nos quiere o Ya solo habla de amor, entre muchas otras, y libros de relatos como Días extraños o Días aún más extraños. Con su obra literaria se ha hecho un hueco en la literatura nacional e internacional, pues ha sido traducida a catorce idiomas y ha sido considerado en ocasiones como uno de los renovadores de la ficción del siglo XXI.

Su última novela, Za Za, emperador de Ibiza, publicada este mismo año, vuelve a sorprender con su narrativa original e irreverente, alejándose del realismo y construyendo una historia de ficción que me ha recordado en ocasiones a algunos de los relatos de Charles Bukowski.

Za Za, alias de Zacarías Zaragoza Zamora, es un antiguo traficante de droga que pasa ya de los cincuenta años y vive tranquilamente, sin ningún lujo ni ningún exceso, en un pequeño piso en la isla pitiusa. Pero su sosiego se ve interrumpido un día con la aparición de un inmenso yate de recreo que se llama igual que él, ZAZA, nombre que comparte también con la nueva droga de moda, la droga ideal: es potente, crea un estado de felicidad extrema, no tiene ningún efecto secundario y, lo mejor de todo, es absolutamente legal. Esta coincidencia de nombres hará que el destino de esta droga se una al de nuestro protagonista, sin él esperárselo, aunque siempre se mostrará dispuesto a dejar que pase lo que tenga que pasar.

Con un estilo muy característico, vacío de descripciones que ralenticen la narración, párrafos cortos, diálogos ágiles, situaciones surrealistas, personajes ficticios y sin seguir un patrón tradicional a la hora de construir su historia, Ray Loriga nos ofrece una novela que logra enganchar desde el principio, en la que pasas con rapidez de las risas a la misma perplejidad que muestra el personaje de Za Za en numerosas ocasiones a lo largo de sus páginas.

De la situación más absurda que pueda ocurrirle a nuestro peculiar protagonista pasaremos a otra todavía más absurda, todo ello mezclado siempre con un humor descarado e ilógico, en el que no falta un enano con un miembro viril demasiado grande (en proporción) o un mono sexualmente muy atractivo.

La literatura de Ray Loriga es muy peculiar, y puede resultar difícil o extraño un primer acercamiento a ella, pero sin duda este Za Za, emperador de Ibiza, me parece una muy buena novela para aproximarse a sus letras.

Una lectura fresca, entretenida y original para estos meses de estío en los que nos apetece evadirnos de la realidad entre risas sin tener que reflexionar más de la cuenta, simplemente disfrutando.

Publicado por Carlos Carranza Comercio   

De acuerdo, Jeeves, de P.G. Wodehouse


No se puede entender el humor inglés sin el genial P.G. Wodehouse. Todos sus personajes hacen gala de esa fina ironía que ha hecho famoso este tópico británico pero si hay unos exponentes por excelencia son Bertie Wooster y su mayordomo Jeeves, protagonistas de varias novelas publicadas a principios del siglo XX.

Este joven adinerado y su mayordomo, prodigio de inteligencia y psicología cargada de ironía, son sin ninguna duda uno de los prototipos más maravillosos de esa imagen del señorito y su sirviente mucho más apto que él, que se ha hecho universal.

En De acuerdo, Jeeves podemos deleitarnos con todas las claves que desarrolla este genial escritor para una lectura absolutamente deliciosa.

Gussie Fink-Nottle es un tímido joven que tiene como actividad principal su amor desmedido por las salamandras; se dedica a su estudio y observación de una manera compulsiva, por lo que sus habilidades sociales no están muy desarrolladas que digamos, pero se enamora de Madeline. Siendo consciente de su ignorancia en torno a las técnicas de seducción, se dirige a su amigo Bertie en busca de consejo, pero será el inefable Jeeves quién logre resolver los entuertos más disparatados.

Con una narrativa ágil y enormemente divertida, el autor nos sumerge en el mundo indolente y despreocupado de los felices años veinte en Inglaterra.

Sus diálogos cargados de ironía y la acertada descripción de los distintos personajes hacen de esta novela una lectura que te deja con un gran sabor de boca.

Dada la atmósfera espiritual de aquel día en Brinkley Court, no esperaba una cena brillante. Y, en efecto, no lo fue. Silenciosa y triste, asemejábase a una cena de Navidad en la Isla del Diablo. Respiré aliviado cuando llegamos al final. Preocupada, además de todo, por tener que rehusar cada plato, tía Dahlia era un verdadero desastre desde el punto de vista de la conversación brillante. El hecho de poseer cincuenta libras menos y de tener que esperar, de un momento a otro, el derrumbamiento de la civilización influían en que tío Tom, que siempre tuvo cierto parecido con un molusco atormentado por un secreto pesar, estuviese aún más triste que de costumbre. Madeline Bassett desmenuzaba silenciosamente el pan; Angela parecía excluida del número de los vivos; Tuppy parecía un condenado a muerte que rehúsa hacer la abundante colación acostumbrada antes de encaminarse hacia el patíbulo.

Disfruten de esta hilarante novela y aprovechen para introducirse en la bibliografía de uno de los grandes escritores de humor del siglo XX.

Publicado por Dolega Martín   

El mundo amarillo, de Albert Espinosa


"Las pérdidas son positivas. Sé que cuesta creer en ello, pero las pérdidas son positivas. Tenemos que aprender a perder. Debes saber que tarde o temprano todo lo que ganas lo perderás."

Albert Espinosa es un hombre al que admiro. Cada vez que le veo en televisión o leo algo suyo aprecio más la vida. Se le podría definir como un hombre incansable, polifacético, hiperactivo y enamorado de vivir. Albert pasó 10 años de su vida enfermo de cáncer, concretamente entre los 13 y los 23 años de edad. Durante esa época de juventud sufrió tres cánceres con los que perdió una pierna, un pulmón y parte del hígado. Sin embargo, todas estas experiencias que cualquier persona podría considerar negativas, él las ha convertido en positivas y no le han impedido ser todo lo que él quería ser: ingeniero industrial, guionista, actor, escritor y director de cine. 

El mundo amarillo es la primera de sus cuatro obras literarias. No se trata de una novela y, aunque en las librerías está ubicado en la sección de autoayuda, no podría estar más en desacuerdo. De hecho, el propio autor ha expresado que no se trata de un libro de autoayuda, que no cree en ella, y prefiere definirlo como un libro donde recoge experiencias que ha vivido. En él habla de su experiencia con el cáncer, pero no de una forma dramática, sino compartiendo todo aquello que la enfermedad le enseñó. 

La estructura del libro es muy peculiar, está dividido en cuatro partes siguiendo el esquema del poema Autobiografía de Gabriel Celaya: para empezar, para seguir, para vivir y morir. La segunda parte, para seguir, es la más extensa del libro, y es donde Albert nos cuenta exactamente 23 descubrimientos que hizo mientras estaba enfermo en el hospital. Estos descubrimientos tienen que ver con cómo enfrentarse a la pérdida, al dolor o a los momentos importantes de la vida. Pero esos descubrimientos no se quedan ahí, sino que son aplicables a cada uno de nosotros y a cada una de nuestras vidas. 

Sorprende e impacta el optimismo, la energía, la alegría y el sentido del humor que emana de las páginas de El mundo amarillo. Albert realiza un ejercicio de regresión a su adolescencia y hace un balance positivo de su enfermedad y todo lo que esta le aportó. Un punto de vista sin duda diferente y que no deja de chocar al lector. El texto, de un estilo ligero y de fácil lectura, consigue calar dentro de nosotros y nos hace reflexionar sobre temas como la muerte o la enfermedad. 

Tras estos descubrimientos, Albert nos habla de los amarillos, una nueva categoría dentro de nuestras relaciones que él sitúa entre la amistad y la pareja. Pero no puedo contar más, ya que la naturaleza de los amarillos es uno de los secretos que guarda el libro y que tendréis que descubrir leyéndolo. 

Albert Espinosa nos propone un nuevo mundo, el mundo amarillo, una nueva forma de enfrentarnos a las dificultades y de vivir las experiencias. Un mundo que os invito a conocer.

La novela sirvió de inspiración para la serie de televisión Pulseras rojas.

...

Si os interesa este autor os invito a leer la reseña que Casiopea hizo de otro de sus libros: Todo lo que podríamos haber sido tú y yo si no fuéramos tú y yo.

Publicado por Inma Herencia   

La mujer loca, de Juan José Millás


Juan José Millás es un escritor y periodista valenciano reconocido como uno de los mejores novelistas de España, galardonado con numerosos premios tanto en el ámbito periodístico como en el literario. Dentro de este último cabe destacar el Premio Nadal de 1990 por El desorden de tu nombre y el Premio Planeta de 2008 por El mundo. Este año ha publicada su nueva novela, La mujer loca, en la que encontramos un estilo mucho más personal, que se podría encuadrar en el género de la autoficción, pero siempre dentro del estilo que tanto caracteriza a Millás.

La novela comienza con la historia de Julia, una chica que trabaja en una pescadería que suele recibir la visita, dentro de su cabeza, de pintorescos personajes o de palabras y frases con dudas existenciales y problemas que ella resuelve en una especie de clínica gramatical. En sus ratos libres estudia lengua en manuales de español para extranjeros, porque quiere poder mantener conversaciones con su jefe, un filólogo del que está enamorada.

Toda esta historia se la cuenta Julia a Millás, un escritor y periodista que ha llegado a ella a través de Emérita, una mujer enferma que quiere recibir la eutanasia y que es admiradora de Millás, por lo que le encantaría que él hiciera un reportaje sobre ella. Pero en el desarrollo de un, en principio, aburrido reportaje sobre la eutanasia, Millás se sorprenderá con la aparición ante sus ojos de una novela, que surgirá a partir de un secreto que le cuente Emérita, un secreto que ha estado guardando durante años.

A través de los personajes de Julia y Emérita, y de sus dos historias, iremos conociendo un poco mejor a Millás, escritor de más de sesenta años que busca inspiración para su próxima novela y que va notando cómo de repente ha entrado en la vejez. Encontramos en esta novela un triple Millás: por un lado el escritor y periodista, por otro lado el narrador, y por último el personaje, que no es más que un alter ego del propio autor. Pero no siempre tendremos claro dónde termina uno y empieza otro, ni qué es real o qué es mentira.   

Lo que comienza siendo la historia casi disparatada de una mujer loca, con situaciones muy cómicas y absurdas, nos lleva a conocer una historia más dura y real, relacionada con la vida y la muerte. Y esto nos da a conocer a un Millás (personaje) que tiene que acudir a una terapeuta para sobrellevarlo todo y que está empeñado en que se le realice una colonoscopia porque ya tiene una edad. El alto nivel de contenido autobiográfico se funde con las historias de los personajes imaginarios, y realidad y ficción aparecen a lo largo de las páginas sin una frontera clara.

Vuelve a estar presente en La mujer loca el estilo propio del autor, caracterizado por diálogos inteligentes, situaciones de humor y de extrañeza, un argumento que atrapa o unos personajes que terminan siendo mucho más de lo que en principio parecen. Una lectura muy recomendable para los amantes de las novelas de verdad y de la obra de Juan José Millás en general.

Publicado por Carlos Carranza Comercio   


La ley de Herodes, de Jorge Ibargüengoitia


Hace muchos años, hablando con una buena amiga acerca del humor en la literatura y de cómo éste se consideraba un elemento de segundo orden a la hora de valorar la calidad de una obra, me puso entre las manos un pequeño libro de cuentos.

-Sé que te gusta el humor pero que te fascina la sátira y estoy segura de que lo vas a saborear -me dijo.

Fue un auténtico flechazo. Ese día descubrí a un escritor que componía una feroz crítica de la sociedad mexicana, su tierra natal, con una maestría sin igual.

Hay un dicho popular mexicano que dice:

“La ley de Herodes: o te chingas o te jodes” y ese es el punto de partida que utiliza el autor para componer los personajes.

El humor negro y la expresión narrativa que por momentos recuerda a Groucho Marx, retratan escenas de amores frustrados y relaciones con situaciones absurdas que dibujan sonrisas permanentes y arrancan carcajadas.

Ella salió de entre la multitud y me puso una mano en el antebrazo. "Jorge", me dijo. Ah, che la vita é bella!

Nos conocemos desde que nos orinábamos en la cama (cada uno por su lado, claro está), pero si nos habíamos visto una docena de veces era mucho. Le puse una mano en la garganta y la besé. Entonces descubrí que a tres metros de distancia, su mamá nos observaba. Me dirigí hacia la mamá, le puse una mano en la garganta y la besé también. Después de eso, nos fuimos los tres muy contentos a tomar café en Sanborns. En la mesa, puse mi mano sobre la suya y la apreté hasta que noté que se le torcían las piernas; su mamá me recordó que su hija era decente, casada y con hijos, que yo había tenido mi oportunidad trece años antes y que no la había aprovechado. 

Esta aclaración moderó mis impulsos primarios y no intenté nada más por el momento.

El protagonista suele ser engañado y traicionado por personajes, que representan a lo más típico de la sociedad.

No hay estamento que no sea blanco de la despiadada sátira de Ibargüengoitia. El poder político, la Iglesia, el poder económico, el imperialismo de su vecino del norte, todos y cada uno llevan su ración de caricatura y crítica social en este pequeño libro.

La firma de la escritura fue una ceremonia bastante confusa. Como las órdenes religiosas no tienen derecho a tener propiedades y sin embargo las tienen, cada orden nombra depositario a una persona de honorabilidad reconocida y catolicismo a prueba de bomba. La función del depositario consiste en hacer fraude a la Nación fingiéndose propietario de algo que es de la orden.

El Notario Malancón dio lectura a la turbia historia jurídica del terreno: la señora Dolores Cimarrón del Llano (es decir, los franciscanos) había vendido (es decir, permutado) al señor Pedro Gongoria Acebez (es decir, los jesuitas) el terreno del que ahora yo compraba una fracción.

El cuento que da nombre al libro es de las narraciones que más he disfrutado como lectora. Es sencillamente genial.

Les invito a que se deleiten con este maestro de la sátira social.

Es un libro para llegar a sentir regocijo de encontrar a alguien que sepa arrancarnos una carcajada mientras descubrimos a un autor que merece la pena conocer mucho más a fondo.

Publicado por Dolega Martín   

Te quiero Valero, de Fernando Lalana e Isidro Ferrer


Estamos en abril, y el día 23 es el Día del Libro. Además, en mi tierra, Aragón, se celebra el patrón, San Jorge, caballero que derrotó a un temible dragón que comía doncellas. La Leyenda de San Jorge es muy conocida, y siempre se ha pintado al dragón como el malo de la historia, y San Jorge siempre ha sido el valiente caballero que derrotó a la bestia e hizo crecer rosas rojas de la sangre del animal (por eso los enamorados regalan rosas rojas el día 23 de abril). Pero, ¿y si el dragón no era tan malo en realidad? ¿y si sólo era una criatura curiosa que se enamoró perdidamente de una princesa? Fernando Lalana nos plantea una nueva y original historia.

Te quiero Valero cuenta la historia de Valero, un peculiar dragón que habita en tierras aragonesas. Fruto de la curiosidad, Valero llega a un castillo donde descubre a una princesa pelirroja llamada Pilarín. Inmediatamente se enamora de ella, y compone los poemas más divertidos para hacerla reír. Es así como Pilarín y Valero se hacen novios, y comienzan a verse a escondidas. Hasta que el padre de Pilarín se entera, y enfurecido grita a los cuatro vientos que él no acepta a un dragón como yerno. El rey Alfonso (padre de Pilarín) resultó ser más malo que la quina, así que hizo correr la terrible mentira de que un dragón quería comerse a la princesa y a las demás doncellas del reino. Cundió el pánico y entonces apareció el famoso San Jorge, dispuesto a matar a la bestia devoradora de mujeres bellas. Pero él no contaba con Pilarín…

Este es el argumento de uno de mis imprescindibles de mi biblioteca de aula. Te quiero Valero es recomendable a partir de 7 años, y aunque pertenece al género de la literatura infantil, los adultos también podemos disfrutar de esta divertida historia.

El gran escritor Fernando Lalana (Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil) unió sus esfuerzos al también genial ilustrador Isidro Ferrer (Premio Nacional de Diseño) e hicieron magia.


Publicado por Claudia Pina   

Ha vuelto, de Timur Vermes


Me consta que reseñar este libro es meterse en terreno un tanto farragoso. Hace ya casi diez años que vivo en Alemania y conozco bien el -ya de por sí escaso- sentido del humor de los autóctonos y su moralmente vetada aplicación a todo lo referente al Tercer Reich.
Hitler aquí no es ninguna broma. De hecho, en Alemania el nazismo está prohibido y, como tal, perseguido por la ley. Sí que se habla mucho de ello, de forma constante se publican reportajes, se ruedan documentales y se escriben libros, pero todo con mucho furor autoflagelante. Lucir simbología nazi, difundir el Mein Kampf o apoyar abiertamente esa ideología es ilegal.

Creo que saber esto es fundamental para entender el libro y sus implicaciones, lo que Timur Vermes pretende transmitir, y todo el revuelo que se ha montado aquí por él. Porque yo, aunque me he reído a mandíbula batiente, no considero que sea un libro de humor.

La historia, eso sí, es tan grotesca y absurda, que casi todas las situaciones que se dan resultan cómicas por necesidad. Imaginaos: Hilter despierta en un descampado de Berlín en el 2011 y se encuentra, de golpe y porrazo, con nuestro mundo, que va explorando poco a poco. Desde su admiración por la aspiradora, el descubrimiento de la televisión (y su programación), la Oktoberfest, Internet, las bolsas de plástico, la UE, el paro, los supermercados, la prensa, los teléfonos móviles... En fin, todo lo que a nosotros nos resulta de lo más normal, para él es nuevo y fascinante, un universo de posibilidades y un montón de recursos a su disposición para retomar la lucha exactamente donde la dejó, allá en 1945. Porque Hitler sigue siendo el mismo de siempre, sigue pensando y hablando igual que entonces.

La diferencia estriba en que está solo, no tiene partido, ni SS, ni ha ganado ningunas elecciones. Para el resto del mundo no es más que un señor mayor bastante extravagante que se parece muchísimo a Hitler. Tanto, que nadie le toma en serio. Todo lo que dice se le perdona y se le ríe, achacándolo a esa excentrecidad que le convierte, de la noche a la mañana y a través de una serie de malentendidos, en la más laureada y prometedora figura de la sátira política que haya visto Alemania jamás.

Y, en parte, tienen toda la razón. El lector no puede evitar identificarse con el entorno que le rodea, sentir incluso algo de ternura por ese hombrecillo ingenuo y pintoresco. Un Hitler que no da miedo, porque no puede ser Hitler ¿verdad? Y aquí es, en mi opinión, donde reside la treta del autor, su exigencia no formulada, pues nosotros, los lectores, sí que sabemos que es quien dice ser y no otro. Sabemos desde el principio que habla en serio, que nada de lo que dice es irónico y que sus intenciones son realmente las que prodiga a los cuatro vientos. Nosotros sí debemos tomarle en serio.

El libro, claro está, gana mucho cuando se conoce la sociedad alemana, sus mecanismos y situación política, y mucho más cuando se lee en alemán (hay algunos juegos de palabras decisivos). Sin embargo, ese ejercicio de redistanciamiento constante que tenemos que hacer al leerlo, ese vértigo que sentimos al darnos cuenta de que, si Hitler despertase ahora, lo que ocurre en esta historia sería plausible, por ese toque de atención hacia la viralización de personajes que exaltamos como divertidos por no peligrosos -aunque ellos mismos no se consideren graciosos, sino todo lo contrario-, por todo esto y más, Ha vuelto merece la pena. Sobre todo por ese final estremecedor.


     FÁTIMA CASASECA
                                                               

No estamos locos, de El Gran Wyoming


Miguel Ángel Monzón, médico venido a showman, ha revolucionado el mercado literario español últimamente acostumbrado a autores poco convencionales; políticos sin sillón o famosas del universo Sálvame. Con más de 100.000 ejemplares, se ha convertido en un bestseller, ciertamente su creciente audiencia en El Intermedio (se escuchan ruidos de sables sobre la continuidad del programa) le ha hecho popular entre muchas personas que quizás esperaban un libro ameno y divertido.

Y realmente "No estamos locos" tiene sus momentos de reír, pero por no llorar. A lo largo de 300 páginas el autor recorre un camino que no nos es ajeno, se trata de nuestra historia, la de los españoles, una reflexión que pretende resolver dudas existenciales como ¿quién soy? ¿de dónde vengo? ¿adónde voy? y sobre todo ¿por qué se lo llevan con tanto descaro?

No trata Wyoming ser objetivo, escribe en primera persona y según sus palabras desde el desprecio. De la mano de sus recuerdos pasearemos por una España de hidalgos, un país del sur donde el privilegio es no pagar impuestos, elegido por el único Dios verdadero, un lugar en el que a fuerza de aborrecer al señorito se acaba convirtiendo al tirano en modelo.

De la prehistoria a los años 30, de la república a la dictadura, de la transición a la actualidad, el autor no abandona el hilo conductor de su tesis, ¿qué hemos hecho para merecer esto? Reflexiones sobre el robo de los símbolos, la perversión del lenguaje, el pesimista sentido de la inevitabilidad de nuestra desgracias, el trasfondo de la privatización del sistema público, el seguidismo de los medios de comunicación, la teoría de la culpa de un pueblo despilfarrador o el fraude fiscal se trufan con detalles, recordatorios de situaciones pasadas, de escándalos presentes, de pequeñas anécdotas del pasado cercano que se hacen reales de nuevo ante el lector, que con un poco de suerte había conseguido olvidar algunos de estos escándalos que nunca se materializan en condenas.

Si la primera obligación de un Estado no es procurar el bienestar de los ciudadanos, hay que abolirlo llega a afirmar mientras recorre despacio los públicos hitos de la crisis que todo lo impregna, desmontando argumentarios, pelea contra el peso que nos mantiene hundidos y quietos recordándonos que la política no es el problema y que la hora de los hombres honrados ya ha llegado, porque son la mayoría.

No es Stephane Hessel ni Jose Luis Sampedro pero persigue el mismo objetivo; uníos

Publicado por Pilar Vaquero   

La Conjura de los necios, de John Kennedy Toole


Siempre he pensado que un libro se convierte en clásico, cuando hay mucha más gente que lo cita como si lo hubiera leído, de la que realmente lo ha hecho y la historia de Ignatius J. Reilly en uno de ellos.

La novela de Kennedy Toole toma una realidad, en este caso los años sesenta en Estados Unidos, con sus conflictos sociales y raciales, sus movimientos estudiantiles, sus sueños de obtención de bienes de consumo por una floreciente clase media y elabora una magistral caricatura totalmente surrealista dejando al descubierto, entre carcajada y carcajada, las miserias de todo un sistema.

Ignatius es el hijo único de una viuda de clase media que ha invertido todos sus ahorros en que el chico vaya a la universidad, pero el resultado no es el esperado ya que nuestro protagonista, una vez terminados sus estudios solo dedica su tiempo a escribir, encerrado en su cuarto, en cuadernos escolares lo que será su gran obra maestra, a engullir sin control comida basura, lo que hace que sea un constante bullir de gases y eructos y por supuesto a esquivar la posibilidad del mayor ultraje que le pueda ocurrir: TRABAJAR.

Debido a unos acontecimientos totalmente absurdos y desternillantes, su madre acaba contrayendo una deuda que hará que nuestro personaje tenga que encontrar un empleo y lo encuentra en una fábrica de pantalones totalmente atípica en la que destaca Trixie, una administrativa a la que la esposa del dueño le impide jubilarse, para que se pueda seguir sintiendo útil en la vida.

Esta primera experiencia laboral hace que Ignatius pueda demostrarle a Myrna, antigua compañera de universidad, militante de corrientes intelectuales y políticas de lo más peregrinas y único ser que se ha fijado en él como hombre, su capacidad para luchar por los derechos de los trabajadores, con nefastos resultados.

A partir de ese momento el autor nos sumerge en la bulliciosa New Orleans, en su barrio francés, en sus tugurios y ambientes criollos donde la mezcla de colores y razas forman un mundo aparte y dónde hay cabida para unas escenas y diálogos absolutamente magistrales entre Ignitius, ahora vendedor ambulante de salchichas y Dorian Green, un divertidísimo homosexual de Nebraska al que su familia lo mantiene alejado de casa a base de enviarle sustanciosas cantidades de dinero.

Hay momentos en que el lector siente que se encuentra en un descacharrante vodevil donde los personajes entran y salen de escena dando pie a situaciones rocambolescas, pero debajo de la sonrisa que produce la historia siempre está ese componente ácido y cruel que Reilly nos hace recordar con su imagen obesa, desagradable, sus eructos, con sus pensamientos y opiniones, en muchos casos zafios, que no son más que opiniones de su tiempo despojadas de lo políticamente correcto. En definitiva, una imagen descarnada de una realidad que todos vemos ordenada y cálida, pero que este genial escritor nos muestra con sus desconchones y humedades.

Recuerdo que lo leí cuando tenía 19 años y me hizo soltar carcajadas durante su lectura, pero también me enseñó cómo el humor del absurdo y las escenas surrealistas pueden contener una crítica feroz y despiadada del ambiente que retratan.

Disfrútenla teniendo en cuenta que también es amarga.
 
Publicado por Dolega Martín   

Un lugar afortunado, de Loredana Limone


¿Un encargo? ¿Un honor? ¡Un placer! Saber que una autora se ha puesto en contacto con El buscalibros para que reseñemos su primera novela, es todo un placer del que nos sentimos muy orgullosos. Por eso quiero agradecer a la editorial Alevosía que nos facilitara una copia del libro. Y por su puesto a Loredana Limone, que a través de Facebook se puso en contacto con nosotros y nos hizo partícipes de esta manera de su primer éxito literario.

Aunque Loredana no es nueva en esto de escribir libros, ni de ser famosa. Esta italiana es autora de libros de literatura infantil y gastronomía con cierto éxito en Italia, donde ha obtenido una mención especial en I Premio Literario Federico Fellini. Es en Italia donde también dirige un taller de escritura creativa con el nombre de Sabores Literarios (Sapori-letterari en italiano) a través del que pretende entender la construcción de textos como una suma de ingredientes bien ordenados que resulten un "buen menú" literario.

Algo de esto hay en su primera novela Un lugar afortunado (Borgo Propizio es el título original en italiano). Loredana ha elegido perfectamente a los personajes, les ofrece una localización ideal, les prepara una trama divertida, entrelazada... y todo para ofrecernos un perfecto "plato único" cargado de amor, humor, situaciones inverosímiles, enredos, supuestos robos... y leche, mucha leche.

Imagen: ippogrifo
Borgo Propizio es un pequeño pueblo italiano, olvidado por las administraciones locales, que goza una quietud absoluta, solo alterado por los chismorreos de sus aburridos vecinos. Mariolina y Marietta forman parte de ese paisaje, aunque en muy distintas posiciones. La primera, de carácter abierto, es funcionaria del ayuntamiento. La segunda, una artista del ganchillo, trabaja en casa haciendo prendas de ese noble arte. Ruggero, un albañil también soltero y con cierta solvencia económica, realiza unas obras de acondicionamiento en un local comercial de ese alejado pueblo, para la hija de Cesare, su abogado. Belinda quiere abrir una lechería, haciendo realidad el sueño de vivir de lo que más le gusta, le leche, además de romper con su anterior vida, marcada por el desamor. Cesare, infeliz al ver que su hija quiere abrir un local de dudoso éxito en aquel recóndito lugar, que además aseguran está embrujado, vive con la tristeza de la marcha de su mujer, Claudia, que lo abandonó no hace demasiado tiempo, poniendo fin a una relación en la que Cesare solo había aportado ausencias y que ahora trataba de recuperar sin saber muy bien cómo.

Un chispazo pone en funcionamiento la maquinaria para relacionar a todos los personajes de la novela. Y no solo a los que acabo de mencionar, sino a otros más que son los nexos de unión entre unos y otros, como Ornella, tía Letizia... Ese chispazo ocurre cuando Ruggero atropella a Mariolina e insiste en acompañarla al hospital, no tanto por la gravedad de la lesión, sino por la perspectiva de una posible cita. Es entonces cuando Ruggero repara en los azulejos con forma de vaquitas que debía de colocar en la lechería y que por más que busca no encuentra, pero que son importantísimas para Belinda, que decide comprobar por si misma la marcha de la reforma conociendo a Mariolina y Marietta. Pero también constata el amorío del albañil con Mariolina y de las desdichas de Ornella, recién separada de su marido...

Y así durante 250 páginas en las que no cabe el aburrimiento. Mediante una escritura dinámica, Loredana consigue dar forma a todos los personajes entrelazando sus historias con las de los demás personajes. No hay un protagonista absoluto, sino que la propia historia va creciendo capítulo a capítulo, como la bola de nieve que se hace más grande cuanto más rueda. Borgo Propizio se convierte en un escenario por el que entran y salen personajes a su antojo, dibujando con su rastro una fina malla en la que todos caen tarde o temprano.

Sin duda, las referencias cinematográficas son obligadas. La trama parece sacada de un película de Vittorio de Sica, o de alguna comedia actual como Manuale d'amore, incluso Love actually. Y eso me encanta del libro. De cualquier pequeño detalle nace una nueva historia que a su vez se une con otra que ya antes se había iniciado. Es como el ganchillo de Marietta: a cada extremo se van añadiendo otros más resultando una bonita historia de múltiples caras.

Seguro que en las fechas que nos encontramos, cualquiera tiene ganas de pasar un buen rato leyendo junto a una taza (el contenido lo dejo a vuestra elección) bien humeante mientras descansa y retoma fuerzas. Esta es la novela ideal para esos días. Por momentos se siente la necesidad de abrir el libro y quedarse allí sentado viendo como  Mariolina llora por Ruggero, o Belinda se enfada por sus vaquitas que no aparecen. Borgo Propizio recobra vida cada vez que retomas la lectura y te llena de energía positiva.

Desde luego que el "menú literario" que nos ha preparado Loredana es merecedor de una estrella Michelín como poco. Espero que la disfrutéis.

Nota. Gracias a mis compañeros de El Buscalibros, por dejar que fuera yo el encargado de comentar este libro. Gracias a Alevosía por el libro. Loredana, grazie mille per avere contattato il team di El Buscalibros per avere una recensione del tuo primo romanzo. Ti ringraziamo per la fiducia. Auguri!!

Publicado por Carlos Masó   

¡Muuu!, de David Safier


Llego a la biblioteca y le pregunto a la bibliotecaria si tiene algún libro que ofrecerme. Ya conoce mis gustos y cuando hay algún título sugerente que cree que pueda gustarme, me hace recomendaciones e incluso me ha llegado a guardar alguno bajo el mostrador, pero no se lo digáis a nadie, es un secreto. Esta semana me ofrece ¡Muuu! y mi cara es un poema, especialmente cuando veo la tapa (¿De verdad me está ofreciendo un libro de vacas? ¿Dónde está mi Mª José, que me la han cambiado?). Se da cuenta de que no estoy muy por la labor de llevarme el libro y me dice que si no he leído Maldito Karma, y mi respuesta es que no. Insiste en que David Safier es muy bueno. Cojo el libro, leo la sinopsis y le doy una oportunidad. Antes de nada, tengo que decir que efectivamente me ha gustado y que me alegra haberle dado la oportunidad. 

¡Muuu! es una fábula sobre la búsqueda de la felicidad con un toque de humor que viene muy bien. Podría ser una historia bastante normal, salvo por la protagonista, que es una vaca. 

La que lleva el peso de esta historia es Lolle, una vaca del norte de Alemania que nada más comenzar la novela, descubre a su toro, Champion, con otra vaca. Su sueño de ser feliz y formar una familia con Champion se destruye, y ella es arropada por sus dos mejores amigas: Hilde, una vaca madura con un humor algo ácido, y Rabanito, la típica amiga feliz que siempre ve el vaso medio lleno. Además de enterarse de que su toro la engaña, también se entera de que el ganadero quiere vender la finca en la que viven y sacrificarlas a todas para convertirlas en hamburguesas. Aterradas, las pobres vacas no saben qué hacer, y en ese preciso momento aparece Giacomo, un gato aventurero que les habla de un lugar en el que las vacas no terminan entre dos rebanadas de pan, y encima son tratadas como algo sagrado. Así que esa misma noche, Lolle empieza a guiar a su particular vacada hacia la India. Un grupo formado por Lolle, Hilde, Rabanito, Giacomo y Susi, la vaca roba novios, (la pobre Lolle no cree en su mala suerte cuando la vaca que más odia, se une a su grupo) emprenden un viaje que estará lleno de aventuras, confesiones, momentos de pena y humor, sobre todo humor. 

Una historia divertida, de la que podemos extrapolar muchas anécdotas a nuestra propia vida: cómo afrontar los miedos, qué actitud debemos tener para poder conseguir nuestras metas y el valor de la verdadera amistad.

Publicado por ClaudiaPina