Hace aproximadamente dos años Luz Gabás debutó con Palmeras en la nieve. Después de cosechar un gran éxito y llegar a más de 500.000 lectores, Luz vuelve con un nuevo trabajo: Regreso a tu piel. El día 18 de marzo salió a la venta dicha novela, y la autora quiso celebrar un encuentro en su ciudad natal el día 20 de marzo. Ese día, tuve la suerte de conocer a Luz, de maravillarme con lo que contaba sobre su nueva novela y de conseguir mi copia dedicada.
Brianda es una ingeniera que tiene una vida perfecta en Madrid, un trabajo que le gusta en el que además es buena y un novio con el que todo funciona de maravilla. Pero tras un sueño extraño a la par que muy vívido, comienzan los problemas. Brianda, que nunca ha tenido miedo y que siempre ha estado muy segura de sí misma, se convierte en una joven asustadiza que sufre ataques de ansiedad. Los cimientos de su vida se tambalean y decide ir a pasar unos días a Tiles, el pueblo de su tía, para desconectar. Aunque no lo conseguirá. Allí conoce a Neli con su particular visión de la vida, además de otros personajes muy importantes para el desarrollo de la historia.
A su vuelta a Madrid, sin estar curada, Brianda seguirá los consejos de Neli y acudirá a un médico diferente. Es entonces cuando la protagonista tiene su primera sesión de hipnosis regresiva, y surge la vida de Brianda de Lubich, única heredera del hombre más importante del condado de Orrun, que ve cómo su mundo se desmorona cuando su progenitor muere. Todo en lo que ella creía desaparece y Brianda deberá renunciar al amor para hacer lo que debe. Comenzará entonces una dura etapa en la que vivirá momentos muy amargos mezclados con otros de auténtica felicidad.
La novela se estructura en dos tiempos diferentes: la actualidad y finales del siglo XVI. En este tipo de historias, siempre disfruto más de uno que de otro, pero por primera vez tengo que decir que no sabría con cuál quedarme. La autora ha sabido dónde dejar la narración de cada época para seguir devorando el libro y querer continuar hasta saber cómo queda la historia al final. Los capítulos pertenecientes a los diferentes planos temporales se van sucediendo, construyendo una historia de amor que comenzó en un tiempo de guerra, incertidumbre y miedo, y que encontrará su desenlace en la actualidad.
Regreso a tu piel tiene su origen en un hecho real: el descubrimiento por el párroco de Laspaúles, en 1980, de unos documentos del siglo XVI ocultos en su iglesia. Entre ellos había dos folios con los nombres de 24 mujeres que fueron ahorcadas en 1592 por brujas. Este hecho llamó la atención de Luz y de esa inquietud nace una magnífica historia. Se nota en todo momento el trabajo de investigación por parte de la autora, que no deja ningún fleco suelto y hace que todas las piezas del puzle, encajen al final.
Puntos fuertes de la novela son los personajes y las descripciones del paisaje. Todos y cada uno de los personajes están perfectamente dibujados, ya sean protagonistas o secundarios. Cada uno tiene una personalidad bien definida, acorde con los actos que tienen lugar. Están llenos de sentimientos que les llevan a grandes pasiones de amor, odio, venganza o poder. Luz ha conseguido unos personajes muy humanos que hacen que sientas lo mismo que ellos. Se nota que están trabajados y no se deja nada al azar. En este momento recuerdo una anécdota que salió en el encuentro de Monzón: la búsqueda del nombre de Nunilo, uno de los personajes principales, que a la autora se le atascó en un principio. En cuanto a las descripciones, sólo decir que son maravillosas, puedo decir que he visto el condado de Orrun a través de las palabras de la novela.
Ha sido delicioso leer Regreso a tu piel, y como montisonense, todavía más, porque los guiños a Monzón hacen que lector y autora compartan algo más que una historia. Admito que cada vez que salía Monçón en el libro, se me escapaba una sonrisa.
Sólo me queda recomendar este libro a todos los amantes de las novelas históricas y de amor, y agradecer a Luz tanto esta obra como los minutos que me dedicó en Monzón. No soy dada a las dedicatorias pero no puedo olvidarme de Elena Ariño (qué bueno fue encontrarte de nuevo), que me presentó a la hermana de Luz; Mar Gabás, que ha respondido mis mails y me escuchó pacientemente cuando le hablé de El buscalibros; e Isabel Santos que por mediación de Mar, nos regaló un ejemplar de este libro para sortearlo entre todos vosotros. Gracias, de verdad.
Y sí, cuando cerré el libro, suspiré.
Publicado por
Claudia
Pina