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El Papiro de Saqqara, de Pauline Gedge


Pauline Gedge nos coge de la mano y nos guía por mi admirado Egipto. Esta vez, a través de las páginas del El Papiro de Saqqara, nos adentrará en esta maravillosa civilización para encontrar un famoso papiro que guarda uno de los secretos más valorados por esta sociedad.

Todo se centra en el príncipe Khaemuast, hijo del más grande de los faraones: Ramses II. Nuestro protagonista es un enamorado de la magia, la medicina y la historia; amores que le llevan a buscar el famoso pergamino de Thot, empresa que le obsesiona desde que tiene uso de razón porque el que posea el pergamino, tendrá poder sobre los muertos: al leer el encantamiento los muertos pueden resucitar.
Khaemuast en su afán por la historia se dedica a embellecer tumbas, a limpiarlas y después de acabar, volver a sellarlas para que nadie las pueda profanar y saquear. En una de las tumbas, encuentra un manuscrito que lee sin saber lo que está leyendo: el tan ansiado pergamino de Thot.
A su vez aparecen tres forasteros en la vida del príncipe; una mujer, su hermano y su hijo. Khaemuast se enamora perdidamente de la mujer hasta el punto de hacerla su segunda esposa. Todo empieza a complicarse y será al final de la historia cuando se desvelará el secreto de estos tres personajes.

A pesar de estar basada en una época determinada, no os asustéis los no amantes de la novela histórica, ya que es fácil de leer y no es novela histórica en sí. Para mí, personalmente, algo decepcionante porque siempre que leo este tipo de novela me gusta que esté basada en algún hecho específico de la historia (aunque cuento con que la imaginación del autor puede echar a volar en cualquier momento), pero me gusta que casi todo lo que me cuenta sea lo más verídico posible y no es el caso de esta novela, en la que lo únicamente real es el nombre de Ramsés II, ya que ni siquiera el príncipe se llamaba así. Por esta razón, si te gusta la novela histórica no es de las más recomendables, ya que las hay mejores. Como novela para pasar el rato, no está mal aunque es muy predecible desde el principio.

A mí me tiene cogido por dejarme pasear por el antiguo Egipto


     DAVID
                                                               

El niño que sabía hablar el idioma de los perros, de Joanna Gruda


Joanna Gruda (Polonia, 1967) siempre supo que la historia de su padre, Julek Gruda, un hijo de militantes del Partido Comunista intentando sobrevivir y pasar desapercibido durante la Segunda Guerra Mundial, era una historia apasionante y que merecía la pena ser inmortalizada. Pero su padre nunca se decidió a escribir unas memorias, así que un día lo hizo sentarse frente a una grabadora y contarle todas sus aventuras, para conservarlas en el entorno familiar. Sin embargo, después de un tiempo esas memorias se convirtieron en su primera novela: El niño que sabía hablar el idioma de los perros, publicada en España por la editorial Blackie Books.

El libro, narrado en primera persona, nos cuenta la historia de un niño, Julek, desde su nacimiento en Moscú en 1929 hasta el final de la Segunda Guerra Mundial. Su vida está marcada por la política desde antes incluso de nacer, pues su nacimiento se produjo tras una votación del Partido Comunista sobre si era conveniente que una de sus activistas se distrajera con el cuidado del niño. Obviamente, la votación es favorable al nacimiento, pero con la condición de que no serán sus padres los que se encarguen del niño.

Julek crecerá al cuidado de sus tíos, aunque realmente él cree que son sus padres, hasta que, cuando su verdadero padre desaparece en la guerra, su verdadera madre va en su busca para llevárselo a París, y comienza así el desfile del pequeño Julek por distintos hogares, distintas familias, distintas zonas de Francia, y adoptando distintos nombres; mientras su madre se dedica a participar activamente en el partido.

A través de la visión del niño iremos viviendo algunas de sus travesuras y ocurrencias, pero también algunos de los momentos históricos más importantes. Pero no tendremos una visión idealizada o fantasiosa, sino que la mirada de Julek será realista, con la inocencia propia de un niño, pero también con la madurez que le obligarán a adquirir algunas situaciones. Como por ejemplo el abandono de su madre, que siempre busca orfanatos o casas de acogida para que se encarguen de él; al principio el niño cree que su madre no le quiere, aunque con el paso del tiempo irá entendiendo por qué su madre hace todo eso.

Encontramos, pues, una visión mucho más seria y formal que la que podemos encontrar en otras obras parecidas con las que se ha comparado a esta historia, como la del niño de la película La vida es bella o la de El niño con el pijama de rayas, libro en el que encontrábamos una visión demasiado infantil y fantasiosa. Encuentro en el tono de esta historia más similitudes con obras como el Diario de Ana Frank, sobre todo por el hecho de que ambas son historias reales.

El lenguaje utilizado es bastante sencillo, sin tratar de ser infantil, aunque manteniendo muy acertadamente ese punto de vista de un niño. No intenta tampoco nunca tratar de ser lacrimógeno, a pesar de que podría haberlo sido en numerosas ocasiones. En la mayoría de situaciones es bastante objetivo.

Debido a los varios hogares de Julek a lo largo de su infancia, conocemos a muchos personajes, algunos más curiosos e interesantes que otros, de distintos pensamientos políticos, cada uno de ellos con una visión de la guerra y una actitud frente a ella muy distinta. Desde personas involucradas en la lucha con fuertes convicciones políticas, hasta esos millones de personas que vivieron esa guerra, pero que no hicieron nada para entrar en ella y lo único que querían era sobrevivir y pasar desapercibidos.

Se suceden también las anécdotas del pequeño Julek, que resultan mucho más especiales sabiendo que fueron reales. Le dan a todo el ambiente político y de guerra un toque más entretenido y divertido (en varias ocasiones las ocurrencias del niño consiguen sacarte una sonrisa).

La lectura de El niño que sabía hablar el idioma de los perros me ha resultado bastante atractiva, en ningún momento se me ha hecho pesada, y me ha encantado conocer a Julek y a muchos de los personajes con los que se relaciona en su historia. Me he reído y me ha conmovido por momentos.

En definitiva, es un libro fresco, que nos ofrece una perspectiva de esos acontecimientos históricos bastante peculiar y especial al tratarse de una historia real, que no busca la lágrima fácil ni convertir a sus personajes en héroes, simplemente contar la historia de un niño tratando de entender y sobrevivir al sinsentido de un mundo de adultos.


     CARLOS CARRANZA COMERCIO
                                                               

El barrio de la playa, de Begoña García Carteron


El barrio de la playa llegó a mis manos cortesía de Sandra Bruna-Agencia Literaria, como agradecimiento al darme de alta en su servicio de newsletter. Desde aquí quiero devolver ese agradecimiento en forma de reseña.

Begoña García Carteron es la autora de esta novela histórica sobre el origen del barrio barcelonés de la Barceloneta. Es su primera novela, aunque como licenciada en Historia del Arte, periodista y coordinadora editorial, ya ha publicado más libros, artículos, estudios... centrados en Barcelona, su ciudad y por la que siente un apego especial. En la actualidad firma una columna semanal en la revista TimeOut Barcelona.

Esa dedicación a la cultura de su ciudad la ha llevado a escribir sobre el origen del barrio marinero de la Barceloneta desde un punto de vista humano, cercano a las gentes que a mediados del siglo XVIII poblaban el barrio del Arenal, sobre el que se construyó la actual Barceloneta. Un relato de microhistoria que conecta muy bien con las tendencias historiográficas que siempre han caracterizado a las universidades catalanas, más apegadas a las corrientes de pensamiento francesas.

Carteron nos dibuja una Barcelona que intenta desperezarse tras las consecuencias de la Guerra de Sucesión (1700-1714) que fueron significativamente malas para todo el antiguo Reino de Aragón y en concreto para Barcelona, opositora al poder unificador y centralista que encarnaba Felipe de Anjou, futuro Felipe V, primer rey Borbón de España. Esas consecuencias se materializaban de forma física en la construcción de la Ciudadela, una fortaleza militar desde donde controlar cualquier levantamiento contra el poder establecido y reprimir a todos aquellos opositores contra la monarquía borbónica. Está claro que el trasfondo histórico de esta novela es la muestra de que este conflicto bélico, olvidado para la mayoría de los españoles, está muy vivo y presente entre los catalanes, solo hay que darse una vuelta por la Catedral del Mar en Barcelona y ver cómo en su lado sur se encuentra un monumento a los caídos en esa guerra, con una llama siempre encendida. También me hubiera gustado hacer una semblanza de lo que fue aquel enfrentamiento bélico, de sus dimensiones internacional y peninsular, de sus consecuencias que todavía hoy se notan... pero no es el lugar adecuado.

Sabina, Ginebra, Elvira, Joan, Guillermina y Micaela son los partes en las que se divide el libro y a la vez los personajes que protagonizan cada una de esas partes. Aunque la historia tiene siempre el mismo trasfondo, la autora prefiere poner el foco en diferentes personajes para desentrañar la maraña de una historia que afecta a todos los personajes antes mencionados en mayor o menor medida.

Sabina, la de más de edad de todos los protagonistas, lucha por salir adelante en un barrio de pescadores plagado de barracas junto al mar, el Arenal. Lo hace junto a su familia, junto a lo que queda de ella, pues el mar se llevó a gran parte de ella, como a casi todos en ese barrio. En su lucha, consigue un trabajo de limpiadora en la Ciudadela, no solo para ella sino para otras más, entre ellas su hija y su nieta. Este hecho, el de encontrar trabajo en la Ciudadela, será el desencadenante de toda la trama del libro, pues allí, en un ambiente marcial, marcado por el horario de los militares, en un estricto control de los altos cargos, los personajes sufren una serie de experiencias que marcarán su devenir en la historia, pero más especialmente Micaela, objeto de una agresión sexual.

Ginebra, adelantada a su tiempo, obligada a casarse con un hombre, huyó de la tutela de su padre, un médico holandés, para refugiarse en el barrio del Arenal, en una barraca donde atendía como partera y médica sin titulación gracias a la benevolencia precisamente del hombre al que rechazó como marido. Ese rechazo no es por otro motivo que su orientación sexual. Ser lesbiana en aquel momento no debía ser fácil, por eso que su arrojo ante lo desconocido al huir de la tutela de su padre, la hace uno de los personajes más peculiares en esta trama.

Elvira, una joven doncella, que sirve para la dama Agustina, vive el amor con un militar que conoció cuando trabajó en la Ciudadela. Además le toca ser confidente de Ginebra en sus escarceos amorosos. Elvira aporta a la novela un toque de frescura porque nos habla del ambiente en la ciudad, fuera del barrio, en un trabajo que le vale para desarrollarse como persona, para hacerse autónoma y descubrir sus cualidades. También es el gancho para empezar a vislumbrar las obras del nuevo barrio de la Barceloneta, que se construyó derribando los barracones del antiguo Arenal. A través de ella vemos las inquietudes de los pobladores del barrio ante el nuevo futuro, pero también la alegría, la fiesta de la inauguración de las primeras fases del nuevo barrio.

Joan, un oscuro personaje que aparece en la trama para despertar viejos fantasmas de lo ocurrido en la Ciudadela. Más allá de eso, Joan es la pieza que nos muestra la otra cara de un barrio de pescadores. La cara del contrabando, de los lupanares, de las casas de comidas donde también se trapichea y se cierran negocios turbios.

Guillermina, madre Micaela e hija de Sabina, trabaja en las cocinas del palacio del Marqués de la Mina, alto mando de la Ciudadela. De Guillermina y Micaela tenemos noticia a lo largo de toda la novela, pues no dejan de ser la espoleta de la trama de El barrio de la playa.

La historia de la creación del barrio marinero de Barcelona a través de las mujeres y hombres que fueron sus primeros moradores deja el regusto de los libros bien escritos, de las historias bien contadas, en las que cada personaje, cada pedazo de la historia es creíble. Vidas que se encuentran en el camino, vidas que se unen para dar sentido a la ciudad. Vidas que son la Historia de los barrios, que explican las razones de su existencia. Barrios con Historia, con olores y sabores peculiares, suyos nada más.

Si es cierto lo que dice la solapa del libro y Begoña García Carteron tiene otra novela en el fondo del cajón, desde aquí la animo a que la publiqué y nos cuente a todos más historias de su querida Barcelona.

Publicado por Carlos Masó   

Los pilares de la Tierra, de Ken Follet


Todo comienza con la desastrosa vida de los Builder, verdaderos protagonistas de esta historia ambientada en la Inglaterra medieval del siglo XII. Tom y su esposa se ven inmersos en un peregrinaje en busca de trabajo para poder mantener a su familia. Agnes, la esposa de Tom, muere al dar a luz en el bosque y Tom decide abandonar al recién nacido a su suerte, ya que le es imposible alimentar una boca más -sobre todo la del bebé, al necesitar atenciones que él no puede proporcionarle-. Pero la conciencia de una buena persona hará que vuelva a rescatar al bebé, que ha sido recogido por un fraile de un monasterio cercano.

Así comienza Los pilares de la Tierra, de Ken Follet. Se publicó en el año 1989 y fue un cambio radical para el autor, que nos tenía acostumbrados a temáticas completamente diferentes, como las tratadas en La Isla de las Tormentas o El Tercer Gemelo. La sorpresa fue que un libro de más de mil páginas, basado en hechos históricos y con un eje principal como es la construcción de una catedral, se convirtiera en un best seller casi de inmediato. Traducida y vendida en casi todo el mundo hicieron de este libro uno de los más leídos.

Intriga, guerra, hambre, pasión, envidias, asesinatos, violaciones, injusticias son los ingredientes que harán que no puedas dejar de leer página a página este libro, imposible de leértelo de una sentada harán que te acuestes a las tantas por no parar de leer para saber qué ocurre en la siguiente página.

Libro que leí cuando lo publicaron en el año '89 y que volví a leer veinte años después por acompañar en la lectura y posterior conversación a compañeros de trabajo que se lo estaban leyendo.

Libro muy recomendado. Aunque seguramente la mayoría de los que leáis esta reseña ya lo habréis leído, me resultaba imposible no hablar de uno de los mejores libros de la segunda mitad del siglo pasado. Hubo una serie para la televisión que, en mi opinión, no fue acertada y no me gustó nada. El autor publicó en el año 2007 la segunda parte, pero eso será en otra reseña.

Publicado por David   

Inés y la alegría, de Almudena Grandes


Lo primero que pensé al cerrar este libro tras pasar unas horas de mi vida con él fue ¿Y cómo resumo y reseño yo estas 700 páginas con tantísimos personajes y tantos matices? He de reconocer que esta tarea me asusta un poco y he dejado pasar unos días para poder asimilar todo lo que he leído y sentido con esta novela.

Almudena Grandes nos presenta un retrato de las dos Españas a través de los ojos de Inés. Inés es hija de una familia de bien, acostumbrada a la vida fácil, sin preocupaciones. Cuando comienza la Guerra Civil, se ve atrapada sola en Madrid. Lejos de amedrentarse ante esta situación bélica, decide tomar partido por aquellos que ella siente como suyos: los republicanos. Tras una serie de desengaños (amorosos y no amorosos), su paso por una cárcel de mujeres y un convento, acaba en casa de su hermano, notable y respetado personaje en el nuevo régimen dictatorial instaurado después de la derrota de los republicanos en la Guerra Civil. Allí también vive prisionera de los desdenes de su hermano y de las presiones de uno de los amigos falangistas de éste.

Huyendo de esa opresión llega hasta Bosots, en el Valle de Arán, donde un escaso grupo de antiguos luchadores por la república venidos de Tolouse, Francia, intentan ir recuperando terreno para ir derrotando al ejército de Franco. Allí conoce a quien será su amor de por vida, Galán, y luchará a su lado también de por vida. 

No os quiero contar más del argumento, no quiero estropearos el momento de conocer al Comprendes, al Zurdo, al Lobo, al Botafumeiro, al Sacristán, al Cabrero, al Bocas, a Montse, a Angelita, a Lola… a tantos y tantos personajes llenos de ternura, esperanza y alegría… mucha alegría. Una alegría, que incluso en momentos de absoluta desesperación, les saca a flote y les hace luchar en un día a día complicado. Una alegría que transforma las lágrimas en excelentes platos de comida que les hacen coger fuerzas para seguir mirando al futuro a pesar de los desastres personales. Porque la alegría y la comida van de la mano en esta novela histórica, ya que a través de la comida y de su sonrisa, Inés consigue llegar a todos los corazones que la rodean.

Sin embargo, en todo libro hay una pega, y en este, a mi modo de ver y con algo de vergüenza lo digo, los capítulos en los que Almudena Grandes narra todos los aspectos políticos e históricos en los que va basando su novela se me hacen arduos, pesados y difíciles de masticar. Condensa demasiados datos en pocas páginas. Como justificación encuentro el hecho de que fueron demasiados sucesos los que tuvieron lugar y sin ellos sería difícil entender en su plenitud la historia de Inés: Madrid, Pont de Suert, Bosost, Viella, Toulouse, la Unión Nacional Española, la operación Reconquista de España, la Radio Pirenaica, la historia de amor y desamor de Carmen de Pedro y Jesús Monzón Repáraz, la de Dolores Ibárruri y Francisco Antón.

Es difícil comprimir tantas historias, tantos escenarios, tantos personajes, en algo más de 700 páginas. Pero lo que más me ha cautivado y que os cautivará a vosotros es Inés, su alegría, su dulzura y su capacidad de superación.

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Publicado por Ana Gigante   

El nicho de la vergüenza, de Ismaíl Kadaré


Ismaíl Kadaré conoce de primera mano la dictadura y la opresión de un gobierno. Por eso, aunque ama profundamente su Albania natal, se vio obligado a exiliarse a Francia cuando el régimen comunista que imperó en Albania tras la Segunda Guerra Mundial ofrecía pocas libertades para su escritura. Entendió que las dictaduras y la literatura no congeniaban bien.

Desde luego que a través de su literatura, Kadaré nos ofrece una visión del Mundo que anhela la libertad, que en aquellas zonas dónde no la hay, impera un aire ceniciento, carente de ilusión, gris hasta la profundidad. El nicho de la vergüenza es el ejemplo de cómo el Estado autoritario, encarnado en el Imperio Otomano, es capaz de alterar las tradiciones, la lengua, la Historia... la vida normal de un pueblo, para sustituir la cultura nativa de ese territorio por la "oficial" del Estado.

Albania, situada en el extremo oeste de los Balcanes, justo al norte de Grecia, ha tenido una Historia marcada por las guerras y la sumisión a diferentes imperios. Sin duda el imperio que más trató de desmontar el edificio de la nación albanesa fue el de los turcos otomanos. El nicho de la vergüenza relata de la forma más cruda y real posible uno de los instrumentos más feroces utilizados por el Imperio Otomano para desnacionalizar un territorio: el Cra-Cra. Un método exhaustivo, profesionalizado e integrado en la estructura del Estado que pretende la total eliminación de cualquier característica exclusiva de un territorio que no fueran las puramente musulmanas. 

Esa política del Cra-Cra era la imperante en aquellos territorios especialmente levantiscos, caso de Albania. Desde el siglo XIV (la novela se sitúa cronológicamente en la primera mitad del siglo XIX) cuando Skanderberg había protagonizado la más larga y conflictiva rebelión contra el Imperio, Albania era considerada una región problemática desde Estambul (capital del Imperio Otomano, antigua Constantinopla y Bizancio). Por eso era seguida con especial interés en la capital la revuelta que el bajá Ali de Tepelena, enviado por el Imperio para gobernar aquella región, estaba protagonizando durante el periodo que abarca la novela. Una revuelta egoísta en la que Alí solo pretendía demostrar su superioridad frente a Estambul, pero que apenas contó con el apoyo de la población albanesa, cansada de Cra-Cra y de años de continuas guerras.

En Estambul no solo las altas jerarquía del Estado estaban pendientes de lo que ocurriera en la lejana Shqipëria (en albanés), sino que la gran masa de población de la capital vivía pendiente del nicho de la vergüenza: un receptáculo público, situado en la plaza de la Media Luna rodeada de otros monumentos, cercana a otros edificios estatales importantes. La plaza del nicho de la vergüenza era un lugar de tránsito para turistas y lugareños, un trasiego de gente constante que Abdulla, guardián del nicho, nos cuenta en primera persona como un espectador más de aquella vorágine de gente engullida por la plaza, atraída por el magnetismo de ver en aquel nicho la cabeza del próximo que había osado contravenir las órdenes de la Sublime Puerta (la más alta jerarquía del estado: el sultán-emperador).

A través de "firmanes", el sultán-emperador sancionaba a aquellos altos representantes del Estado que incumplían su misión, o que defraudaban al Estado... o simplemente caían en desgracia. Aquí entra en escena el mensajero imperial encarnado por Tunxh Hata. Kadaré lo describe de forma siniestra, vestido de negro  y con la barba teñida de alheña. Un autómata, la más pura encarnación del funcionario imperial que cumple con su cometido de forma expeditiva: cortar la cabeza de aquél que había recibido el "último firmán", y trasladarla en óptimas condiciones a la capital para ser expuesto en el nicho de la vergüenza.

A mi entender, Tunxh Hata es el personaje más aterrador de la novela. No solo por la imagen que construyes de la descripción del autor, sino también por el perfil psicológico que se ofrece. Un perfil marcado por la obsesión de cumplir su cometido que le lleva a entrar en estados de trance casi sexual. Unas crisis de desdoble de personalidad que sufre en la carroza que lo traslada junto con la cabeza.

La cuestión del lenguaje es algo que preocupa sobre manera a Kadaré. Como resultado del Cra-Cra, los pueblos desnacionalizados han perdido todo vestigio de su antigua cultura pero también de su lengua. En El nicho de la vergüenza encontramos el testimonio de como un grupo de funcionarios del Estado se encargaba de la tarea de suprimir una a una todas las palabras que contenían el idioma del pueblo sometido. Una a una hasta reducir su lenguaje a un mero vestigio que con el tiempo se olvidará. El autor deja claro que esa perdida es insustituible. Perder el lenguaje para una nación es perder toda su cultura, historia, sabiduría... todo. En su lugar, un idioma standard reducido a unas pocas palabras sustituirá poco a poco el lenguaje y culminará de esa forma una extraordinaria tarea de borrado, de reseteo de naciones enteras.

Por la Historia sabemos que tras las Guerras de los Balcanes (entre 1912-1913) Albania se convirtió en una nación independiente, pero la novela no atisba nada de eso. Kadaré no quiere hacer una historia de Albania, sino bucear en sus orígenes para entender mejor el presente que le tocó vivir. Quiere resaltar que el lenguaje es el más perfecto reflejo de la existencia de una nación, de su vida y evolución, de su luchas y amistades con naciones vecinas. 

El nicho de la vergüenza no es solo un lugar físico donde exponer las cabezas de aquellos que han sido condenados a la ignominia. Ese nicho se encuentra en todas y cada una de las acciones que coartan la libertad y abusan del autoritarismo. O así lo entiendo yo. 

Publicado por Carlos Masó   

La Dama del Nilo, de Pauline Gedge


Vuelvo a mi fascinante Egipto, esta vez de la mano de Pauline Gedge, que escribió allá por los noventa un fabuloso libro sobre una de las mujeres más importantes del antiguo Egipto: la reina- faraón Hatshepsut.

Siempre que se habla de las mujeres de Egipto nos viene a la cabeza Cleopatra, que sin duda fue fascinante y todo lo que hizo lo hizo por su país y por su pueblo, pero La Dama del Nilo no está dedicada a ella. Resulta que catorce siglos antes de Cleopatra, en el trono de las dos tierras, estuvo sentada una faraona, algo impensable para la época ya que la mujer solo podía engendrar faraones y casarse con los faraones herederos al ser ellas portadoras de sangre sagrada. Pero de ahí a ser faraones iba un abismo. Abismo que Hatshepsut sorteó gracias al poder de la Iglesia y de sus sacerdotes, que la ayudaron en su propósito. Aquella proclamación fue un proceso largo y nada fácil, hecho que aprovecha la autora para acercarnos al antiguo Egipto y todo su esplendor.

Templo de Hatshepsut, cerca del Valle de los Reyes
Hatshepsut destinó bastante tiempo a embellecer, aún más, a Egipto de los destrozos causados por las guerras y sobre todo los templos de los sacerdotes a los que tanto debía.
Estupenda novela que recomiendo y que os enganchará desde el minuto uno en el que la empecéis a leer, siempre que os guste la novela histórica y sobre todo la época a la que hace alusión.
La autora nos contará cómo sucedió todo, cómo fueron las intervenciones militares de la faraona y cómo supo defenderse de toda aquella clase política que estaba al acecho para derrocarla, y no precisamente en las urnas como hoy en día.

Novela que merece ser leída, aunque solo sea por comprobar la fuerza y la lucha de la mujer desde tiempos tan lejanos y presentando cara a todas las adversidades de la época y que poco se diferencian con las de hoy en día aunque hayan pasado casi cuarenta siglos.

Fiel a la historia pero con el toque de imaginación de la autora, nos encontraremos con una novela bastante documentada, pero con tramas que hacen que el libro sea entretenido y no se trate de un libro de historia al uso, que siempre será más aburrido para el que la historia no sea su fuerte.

Si os fascina el antiguo Egipto como a mi, os recomiendo leerlo.

Publicado por David Leal   

La princesa fiel, de Philippa Gregory


He de reconocer que siento devoción extrema por esta escritora, Philippa Gregory. Empecé esta devoción tras leer La otra Bolena, novela famosa por la película protagonizada por Natalie Portman y Scarlett Johansson en 2008, y siguió con muchos de sus otros títulos. La mayoría los he leído en inglés, puesto que conocí los libros de esta autora en uno de mis viajes a los países de habla inglesa, pero he de reconocer que las traducciones que se han hecho al castellano están muy bien trabajadas y no pierden calidad en las descripciones que se realizan de sus vestimentas, estilo de vida, intrigas y relaciones que existen en las distintas cortes en las que basa todas sus novelas históricas.

Centrémonos en La princesa fiel. En esta novela, Philippa Gregory nos presenta a una Catalina de Aragón niña, criada en una corte guerrera y luchadora como fue la de Los Reyes Católicos. La historia comienza en la guerra que tiene lugar en El Alandalus, en la toma de Granada. Catalina-niña nos describe sus emociones y sentimientos cuando descubre la tranquilidad, la paz y la comodidad que supone vivir en la Alhambra tras largos años de guerra que vivió en directo porque sus padres la llevaron con ellos de batalla en batalla. Se nos muestra una niña que se sabe predestinada a ser reina de Inglaterra, ya que lleva prometida desde los tres años con Arthur, hijo y heredero de Enrique VII de Inglaterra. Y se la educa como princesa de Gales e infanta de España.

Todo se trunca después de la muerte de Arthur. Se queda viuda con pocos meses de matrimonio y sin herederos que afiancen su posición en una corte que aún está convulsa e inestable tras largos años de guerra y de sucesión de herederos y no herederos que han tenido que batallar para ganar su posición en el árbol genealógico de los reyes ingleses. Durante siete largos años, Catalina sufre lo indecible para afianzar su posición en la corte y para que se la considere posible consorte del futuro Enrique VIII. Para ello, jura y perjura durante toda su vida su virginidad y la impotencia de su amado Arthur.
Philippa Gregory apunta varias teorías que están en el aire sobre esta virginidad y sobre la constancia y fidelidad de esta mujer a un juramento que hizo (no os voy a desvelar cuál), pero sobre todo, nos muestra a una Catalina hasta ahora desconocida por los lectores: una Catalina inteligente, viva, audaz, tenaz y luchadora… Sobre todo esto último: muy luchadora. Al final del libro, nos la podemos imaginar con su frente en alto y su gallardía en todo momento, siendo fiel a sí misma y a su país: Inglaterra, puesto que para ello nació y para ello la educaron.

Significativa es la relación que tiene Catalina (Katherine al final de la obra) con sus padres. Sobre todo con su madre, la Reina Isabel, la Católica. Se ve una evolución muy humana. Al principio la ve como una diosa, puesto que cree firmemente que su madre habla con Dios y que Dios está de su parte. Hacia el final de la obra, y tras muchos sucesos negativos que la marcan profundamente, la ve más como una persona humana con sus defectos y virtudes. Como hacemos todos a la hora de ir madurando en nuestra propia vida.
Es un libro de prosa fácil, lleno de precisos adjetivos que van describiendo la corte y las costumbres de la época de los Reyes Católicos y de los Tudor, mostrando las diferencias que existían entre un país lleno de sol y costumbres más severas y otro país lleno de lluvia y costumbres más laxas. Un libro que engancha desde la primera página y que hace que sientas simpatía por una figura maltratada por la época en la que le tocó nacer, donde ser mujer significaba ser peón de una partida de ajedrez complicada y enrevesada.

De por sí, todas las novelas de Philippa Gregory son una obra de investigación y profundidad en la época medieval inglesa, pero para esta novela también investigó sobre el medievo en España. Y lo hizo con bastante acierto, desde mi punto de vista, que no deja de ser el de una lectora asidua de novelas y biografías de esta época.

Os recomiendo su lectura. Sin duda. Seguramente os sintáis rodeados por el ambiente que describe y os llene de rabia, alegría, desesperación, pasión… en cada página que vayáis avanzando. Creceréis con Catalina. Maduraréis con Katherine. Y levantaréis vuestra barbilla con el orgullo que se siente al saber que sois fieles a vosotros mismos, como hizo ella en su vida.

Publicado por Ana Gigante   

El cumpleaños secreto, de Kate Morton


De nuevo nos encontramos con una novela de Kate Morton en la que se enfrentan el pasado y el presente. El cumpleaños secreto, sigue la estructura de las novelas precedentes de la autora, en la que un personaje del presente se ve obligado a indagar en el pasado para poder descubrir el origen de su familia, que alguien se ha empeñado en ocultar.

Laurel y sus hermanos, se reúnen alrededor de su madre, Dorothy, ya muy enferma, para pasar los últimos días de su vida juntos. Laurel rescata un recuerdo olvidado de su niñez, en el que presenció cómo su pacífica y alegre madre mata a un hombre desconocido a la puerta de su casa. Al mismo tiempo descubre fotos y recuerdos de su madre de los que no tenía constancia. Se da cuenta de que no sabe absolutamente nada del pasado de su madre. Con una paciencia infinita se adentra en ese pasado, cuando su madre era una jovencita que vivía sola en Londres en plena Segunda Guerra Mundial.

El cumpleaños secreto, nos encandila y engancha en nuestra ansia por descubrir el pasado de Dorothy, por lo que supone una lectura muy rápida. Como en novelas anteriores, la parte del pasado es mucho más interesante que la del presente, y nos mantiene en vilo hasta el final. Esta vez el pasado está ambientado en la Segunda Guerra Mundial, y nos descubre las penurias y miedos que pasaban nuestros protagonistas, lo que hace la novela muy interesante, ya que está muy bien documentada.

Sorprendente hasta el final, a pesar de seguir las mismas pautas que todas sus novelas, la recomiendo para los lectores ávidos a los que les apasione engancharse con una lectura.

Publicado por Inma Gallego   

Una reina en el estrado, de Hilary Mantel


Todo el mundo ha oído hablar de Anne Boleyn. Todo el mundo sabe que fue una de las esposas de Enrique VIII de Inglaterra. También es conocido que, según dicen las malas lenguas, fue la causante del nacimiento del hoy conocido como Anglicanismo, religión derivada de la católica que establece al rey como cabeza de la Iglesia dentro del imperio, resumiendo muy mucho lo que conllevó esta escisión. Y, por supuesto, todo el mundo sabe que fue decapitada por profanar su cuerpo real por tener relaciones sexuales con hombres que no eran el rey. Vamos, que fue decapitada por lo que hoy en día se conoce como un ataque de cuernos, simplificando mucho las causas de la caída de esta reina. Y en torno al último año de esta mujer va girando la novela, pero a través de la visión de Thomas Cromwell, humilde hijo de herrero que llega a lo más alto de la jerarquía inglesa gracias a su astucia e inteligencia.

La historia es parte de una trilogía sobre Thomas Cromwell. Esto lo supe después, cuando, enamorada de este período de la historia de Inglaterra como soy, investigué un poco más sobre la autora, Hilary Mantel. La primera parte, En La Corte Del Lobo, consiguió el premio Booker en 2009, al igual que su sucesora, Una Reina En El Estrado, en 2012. A pesar de no haber leído la primera parte de la trilogía, se consigue seguir perfectamente este pedazo de la historia más enrevesada y polémica, en mi opinión, de la Inglaterra más oscura y secreta.

Hilary Mantel, a través de la voz de Thomas Cromwell, nos narra el ascenso de Jane Seymour, la tercera esposa y madre del único heredero varón legítimo que tuvo Enrique, y la caída de Anne Boleyn, incapaz de engendrar un heredero varón. Enrique se ha cansado ya de la “vieja” Anne y de sus peticiones, cada vez más exigentes y neuróticas.

Lo que más me ha gustado de esta novela es cómo se nos muestra a Thomas Cromwell, personaje que quizá no sea tan conocido, ya que vivió en una época en la que muchos nombres fueron sacados a la luz por su relación con el rey o con alguna de las reinas. Un hombre sin escrúpulos y sin humildad que llega a lo más alto sin que le remuerda la conciencia y sin caer con Anne Boleyn después de haberla hecho ascender por sus propios intereses. Su figura también tiene aspectos positivos: es un ser tenaz, que ha sabido sobrevivir a la muerte de sus hijas y esposa, a las que dedica muchos de sus pensamientos. También se puede ver, a través de sus ojos, la figura de Enrique VII, violento, arrogante, egoísta, mujeriego y vividor, pero también inteligente, audaz, tenaz, poeta, con gran cultura y conocedor de su entorno y su tiempo. Desde los ojos de Thomas Cromwell, se nos van desgranando un pedazo de la historia de Inglaterra y se nos van dibujando las costumbres y quehaceres de una de las cortes más lujosas de la época.

Sin embargo, hay un pero en la obra. No voy a poner en duda los acontecimientos ni la narración de los hechos históricos, ya que son muchas las teorías que hay acerca de la figura de Anne Boleyn y ninguna de ellas demostrada en su totalidad. Las figuras históricas que reflejan están llenas de secretos históricos que ni siquiera sus coetáneos llegaron a saber o a entender. El estilo de la autora de esta fabulosa novela es muy enrevesado y difícil de entender al principio. Tuve que releer varios de los pasajes que narra ya que su prosa es muy liosa y complicada de entender al principio, pero una vez que te haces a esa forma de narrar consigues que el libro te enganche y lo leas de un tirón. Es una lectura densa, con muchos datos y muy descriptiva, pero no por ello deja de ser entretenida y esclarecedora en muchos aspectos.

Yo, como lectora asidua de novelas y biografías de la época de los Tudor, descubrí en esta novela una figura histórica muy ruin e interesada. Llena de sombras y luces, como cada ser humano. Thomas Cromwell nos enseña lo que significa el amor, las intrigas palaciegas y el poder en una época convulsa a través de sus ojos interesados y manipuladores. No puedo terminar esta reseña sin recomendar encarecidamente la lectura de esta novela teniendo en cuenta que muchos de los datos que se dan son teorías y reflexiones de una autora muy bien documentada en el período y en la figura en la que basa su narración.

Publicado por Ana Gigante   

Regreso a tu piel, de Luz Gabás


Hace aproximadamente dos años Luz Gabás debutó con Palmeras en la nieve. Después de cosechar un gran éxito y llegar a más de 500.000 lectores, Luz vuelve con un nuevo trabajo: Regreso a tu piel. El día 18 de marzo salió a la venta dicha novela, y la autora quiso celebrar un encuentro en su ciudad natal el día 20 de marzo. Ese día, tuve la suerte de conocer a Luz, de maravillarme con lo que contaba sobre su nueva novela y de conseguir mi copia dedicada.

Brianda es una ingeniera que tiene una vida perfecta en Madrid, un trabajo que le gusta en el que además es buena y un novio con el que todo funciona de maravilla. Pero tras un sueño extraño a la par que muy vívido, comienzan los problemas. Brianda, que nunca ha tenido miedo y que siempre ha estado muy segura de sí misma, se convierte en una joven asustadiza que sufre ataques de ansiedad. Los cimientos de su vida se tambalean y decide ir a pasar unos días a Tiles, el pueblo de su tía, para desconectar. Aunque no lo conseguirá. Allí conoce a Neli con su particular visión de la vida, además de otros personajes muy importantes para el desarrollo de la historia.

A su vuelta a Madrid, sin estar curada, Brianda seguirá los consejos de Neli y acudirá a un médico diferente. Es entonces cuando la protagonista tiene su primera sesión de hipnosis regresiva, y surge la vida de Brianda de Lubich, única heredera del hombre más importante del condado de Orrun, que ve cómo su mundo se desmorona cuando su progenitor muere. Todo en lo que ella creía desaparece y Brianda deberá renunciar al amor para hacer lo que debe. Comenzará entonces una dura etapa en la que vivirá momentos muy amargos mezclados con otros de auténtica felicidad. 

La novela se estructura en dos tiempos diferentes: la actualidad y finales del siglo XVI. En este tipo de historias, siempre disfruto más de uno que de otro, pero por primera vez tengo que decir que no sabría con cuál quedarme. La autora ha sabido dónde dejar la narración de cada época para seguir devorando el libro y querer continuar hasta saber cómo queda la historia al final. Los capítulos pertenecientes a los diferentes planos temporales se van sucediendo, construyendo una historia de amor que comenzó en un tiempo de guerra, incertidumbre y miedo, y que encontrará su desenlace en la actualidad. 

Regreso a tu piel tiene su origen en un hecho real: el descubrimiento por el párroco de Laspaúles, en 1980, de unos documentos del siglo XVI ocultos en su iglesia. Entre ellos había dos folios con los nombres de 24 mujeres que fueron ahorcadas en 1592 por brujas. Este hecho llamó la atención de Luz y de esa inquietud nace una magnífica historia. Se nota en todo momento el trabajo de investigación por parte de la autora, que no deja ningún fleco suelto y hace que todas las piezas del puzle, encajen al final. 

Puntos fuertes de la novela son los personajes y las descripciones del paisaje. Todos y cada uno de los personajes están perfectamente dibujados, ya sean protagonistas o secundarios. Cada uno tiene una personalidad bien definida, acorde con los actos que tienen lugar. Están llenos de sentimientos que les llevan a grandes pasiones de amor, odio, venganza o poder. Luz ha conseguido unos personajes muy humanos que hacen que sientas lo mismo que ellos. Se nota que están trabajados y no se deja nada al azar. En este momento recuerdo una anécdota que salió en el encuentro de Monzón: la búsqueda del nombre de Nunilo, uno de los personajes principales, que a la autora se le atascó en un principio. En cuanto a las descripciones, sólo decir que son maravillosas, puedo decir que he visto el condado de Orrun a través de las palabras de la novela.

Ha sido delicioso leer Regreso a tu piel, y como montisonense, todavía más, porque los guiños a Monzón hacen que lector y autora compartan algo más que una historia. Admito que cada vez que salía Monçón en el libro, se me escapaba una sonrisa. 

Sólo me queda recomendar este libro a todos los amantes de las novelas históricas y de amor, y agradecer a Luz tanto esta obra como los minutos que me dedicó en Monzón. No soy dada a las dedicatorias pero no puedo olvidarme de Elena Ariño (qué bueno fue encontrarte de nuevo), que me presentó a la hermana de Luz; Mar Gabás, que ha respondido mis mails y me escuchó pacientemente cuando le hablé de El buscalibros; e Isabel Santos que por mediación de Mar, nos regaló un ejemplar de este libro para sortearlo entre todos vosotros. Gracias, de verdad. 

Y sí, cuando cerré el libro, suspiré.
 

Publicado por Claudia Pina   

Dispara, yo ya estoy muerto, de Julia Navarro


La primera impresión que tuve al comenzar a leer el libro, he de reconocer que no fue buena. “Vaya, un periodo histórico que no me llama demasiado la atención. Vamos a ver si esto va a merecer la pena.” Pero la mereció. Y mucho.

Centrémonos. Conflicto palestino-israelí o israelí-palestino. Partiendo de esta base, Julia Navarro nos narra la historia de dos familias: los Ziad y los Zucker. La historia empieza con Marian Miller, una cooperante de una ONG que recoge datos de este conflicto para elaborar un informe que arroje algo de luz sobre el camino hacia la paz. Para ello, se reúne con Ezequiel Zucker, quien le narra la historia de su familia desde su abuelo hasta el presente. Ella, por otro lado, le va contando la historia de los Ziad, con los que se había reunido antes. Ese es el trato al que llega con Ezequiel para que éste le narre su visión histórica de este conflicto tan sangriento. Entre los dos, nos va detallando con miles de datos la evolución de la historia de estas dos familias tan opuestas y tan amigas a la vez.

He de confesar que el contexto histórico en el que se establece la historia no lo controlaba demasiado. Pero a raíz de la lectura de este relato, he llegado a comprender un poco más ambos lados. Me llama la atención, particularmente, cómo Julia Navarro es capaz de retratar a los árabes muy apegados a sus costumbres y poco abiertos a los cambios, aunque al final se adapten, y cómo dibuja a los judíos como un pueblo nómada, cansados de luchar por una religión que les hace dudar de sus creencias, ya que tienen que luchar contra el mundo por mantenerlas.

El ritmo del libro es, en general, lento, aunque tiene partes en las que se vuelve una sucesión de hechos imparables y dolorosos. Los hechos lentos coinciden con los pocos períodos de “paz” diplomática y los rápidos con los períodos bélicos. Refiriéndome a éstos últimos, he de confesar que cuando se centra en la Segunda Guerra Mundial tuve que parar de leer y coger aire, puesto que la narración se vuelve muy dolorosa y trágica. Da detalles de la guerra y de los campos de concentración, que no por conocidos dejan menos huella. Y me resultó muy duro leer esa parte en concreto.

De los personajes podríamos estar horas hablando. No sólo hay un protagonista. Son varias generaciones de familias y varias visiones dentro de las mismas. Lo único que podemos resaltar que tienen en común es la amistad que les une a pesar de todas las experiencias negativas que van encontrando en su vida en un entorno hostil para las relaciones interraciales. Se refleja cómo esas amistades se van renovando con las nuevas generaciones y se van creando lazos que se van apretando o aflojando según el discurrir de la vida. Los personajes se ven arrastrados por la historia, por el devenir, sin que puedan hacer nada contra ella. Muchas veces deben guardar sus sentimientos y sus pesares y dejarse arrastrar por la corriente, sin que puedan hacer nada para evitar ese arrastre. A pesar de su conciencia.

El final es sorprendente. Cuando llegas a él, entiendes el principio. Ciertas reacciones de algunos de los personajes que no llegabas a entender bien. No desgrano más de este final, que os quiero ver leyéndolo con la misma avidez que lo leí yo.

Lo más bonito del libro es que se da la receta secreta para que acabe este conflicto: el compartir, el ser solidario. Esto está reflejado en los personajes, sobre todo judíos, que claman por compartir una tierra que sienten como suya. También se ve cómo los altos mandos, los políticos y los extremistas hacen oídos sordos a estas ideas humanas y se dejan llevar por una nacionalidad mal entendida. Me quedo con dos frases del libro que reflejan el sentir de los protagonistas a pesar de sus dirigentes:

“No, no me interesan las patrias, los hombres se matan por ellas.”

“La realidad será lo que seamos capaces de construir.”

Buen resumen de cómo se podría arreglar este conflicto y que me animaron a leer con más entereza este relato tan descriptivo y emotivo de un problema que llega hasta nuestros días.

En mi opinión, Julia Navarro ha sabido reflejar una lucha legítima por ambos lados, unos lazos más fuertes que el amor y la conciencia, y sobre todo, unas consecuencias terribles para millones de familias inocentes. Un gran relato, una gran historia, un gran placer para la memoria.

Publicado por Ana Gigante   

La lápida templaria, de Nicholas Wilcox


En esta ocasión os quiero hablar de La Lápida Templaria, de Nicholas Wilcox (Planeta), pseudónimo que utiliza Juan Eslava Galván, escritor español nacido en Jaén en 1948.

Espectacular novela basada en la búsqueda de la Mesa de Salomón por parte de un ex-sacerdote y profesor de secundaria. La Mesa de Salomón pasa por distintos lugares de la geografía y el sacerdote no para de buscarla hasta terminar en Jaén. Ciudad que recorrerá de arriba a abajo para encontrar la lápida al igual que pueblos de alrededor de la capital.

En la búsqueda no está solo y resulta que hay más gente buscando la lápida porque, como pasa siempre, el que encuentre la lápida tendrá un poder casi absoluto, ya que en ella se desvela el verdadero nombre de Dios y este dato hace que se conozcan los verdaderos secretos del universo.
Interesante sobre todo para los que vivís cerca de Jaén, como el escritor es de Arjona, no sé si basándose en hechos históricos o no, gran parte de la novela se desarrolla en este pueblo y para los cercanos a la zona reconoceréis parajes o lugares de la provincia andaluza.

Novela del estilo de El Código Da Vinci aunque algo más lenta, no es tan comercial como el libro de Dan Brown ni mantiene la tensión necesaria para captar al lector que no le gusta la historia. Echa mano de los templarios y eso al principio tiene su gancho.

Novela de algo más de seiscientas páginas, recomendable si eres un enamorado de la historia y pasable si al que la historia le parece un peñazo. Si eres de estos últimos es verdad que hay novelas históricas mejores y que te enganchan más.

De todas maneras para gustos los colores, ¿no?

Publicado por David    

El Ocho, de Katherine Neville


Si hay un objeto que ha inspirado novelas, películas, tramas y suspense es, sin duda, el ajedrez. El Ocho, de Katherine Neville es uno de los mejores libros en los que el ajedrez es el verdadero protagonista de la historia.
Historia que nos lleva desde la época de Carlomagno hasta nuestros días en los que a través de los tiempos los protagonistas intentarán reunir todas las piezas del ajedrez de Montglane.
Piezas que se han dispersado en plena Revolución Francesa, ya que el ajedrez en sí es un verdadero peligro, el que tenga el ajedrez completo tendrá un poder inigualable.

Todo comienza con dos monjas saliendo de la abadía de Montglane, con el propósito de dispersar las piezas del ajedrez que tiene la madre superiora en su poder. Van a visitar al padrino de una de ellas con el fin de que las proteja. Todo lo que les sucede es poco, imaginaros a dos novicias en plena revolución francesa. Poderosos como Catalina la Grande o Robespierre, están en busca de esas piezas y no saben que las tienen más cerca de lo que piensan.

La protagonista de nuestro tiempo, Cat, sin saberlo al principio, será la encargada de reunir todas esas piezas. Para ello tendrá que viajar hasta Argel donde, con la ayuda de una amiga multimillonaria, intentará conseguir tamaña empresa. Sobre todo para que las piezas no caigan en las manos equivocadas.

En la persecución se dará cuenta de que ella misma forma parte del ajedrez y de que todas las personas con las que se cruza son piezas del juego. Cada vez que muere alguien es una pieza caída en el tablero, pero qué pieza es ella, dónde está el Rey negro o la Dama Blanca.

Nos hace recorrer periodos de la historia bastante convulsos, conoceremos personajes de lo más variopinto, y veremos que las ansias por conseguir más poder que el de al lado es algo que arrastrará al ser humano hasta el fin de sus días.

Fantástico libro, perfectamente escrito, emocionante desde el principio. Te tiene enganchado desde la primera línea hasta la última.

Publicado en 1988 por Ediciones B con casi 700 páginas, fue uno de los libros más leídos de aquellos años y catapultó a su escritora a la fama. Es un libro altamente recomendado, aunque seguro que la mayoría lo habréis leído.

Yo, dos veces.

Publicado por David